La apertura del testamento de Louisa Bridgetower deja atónita a la ciudad de Salterton: su hijo Solly no herederá un centavo hasta que haya tenido un hijo y buena parte de su fortuna se deberá destinar a la educación de una joven artista. Los albaceas seleccionarán a Monica Gall, la solista de un peculiar conjunto de gospel local a la que enviarán a estudiar a Inglaterra.
El arte, el genio, la formación artística, la música, el amor, las relaciones paternofiliales, las peculiaridades canadienses… son temas recurrentes en la obra de Davies que aquí son tratados magistralmente a través de la figura de Monica Gall, la joven cantante de Salterton a la que la herencia de la señora Bridgetower cambiará hasta extremos que ella jamás hubiera imaginado.
Tercera entrega del ciclo de novelas independientes que se terminará conociendo como Trilogía de Salterton, la pluma de Davies logra en esta novela un vivo retrato del alma humana, que acaso no sea en verdad otra cosa que una mezcla de flaquezas.
«Davies es uno de esos narradores –de ahí que lo suyo suene tan vital y despierto—que producen la sensación de estar a nuestro lado, yendo apenas dos o tres líneas por delante, soltando risitas de placer anticipando lo que nos espera.» Rodrigo Fresán (ABC)
«Davies es un mago cuya puesta en escena no tiene tramoya ni apela a la superstición; sus herramientas son la imaginación y la felicidad, ambas afinadas por lo que él mismo calificaba de “compromiso vitalicio con la compasión”. (…) En las novelas de Robertson Davies, como en los mitos que tanto lo fascinaban, cabe el mundo.»Nadal Suau
«Ingenioso, erudito, entretenido… Davies despliega todas las cualidades de un Trollope tardío y nos muestra cómo es el Canadá moderno..»Anthony Burgess (The Observer)